Al llegar a casa, mi estómago dio un vuelco y una oleada de náuseas me recorrió de pies a cabeza.

Hace una semana, Ryan recibió una misión de colaboración de otra manada, pero de camino al lugar, fue atacado por renegados.

En cuanto recibí la noticia, no pude dormir en toda la noche, rezando por que estuviera a salvo.

Finalmente, recibí la noticia de su muerte. Según el equipo de rescate, no habían llegado a tiempo. Ryan ya estaba muerto en el momento en que llegaron.

Dijeron que la escena había sido grotesca. Ni siquiera se había encontrado un rastro de los restos de Ryan.

Cuando escuché la devastadora noticia, casi me desmayo de dolor. Nuestra ceremonia de unión era solo en una semana, pero Ryan había sufrido un accidente en un momento tan crucial.

Recorrí la ruta que él habría tomado durante tres días y tres noches. Incluso me obligué a excavar entre las pilas de cadáveres en el páramo, conteniendo las náuseas solo para encontrar algo de sus restos.

Y ahora se suponía que debía aceptar esto.

Que todo lo que pasó, hasta la última pieza de este corazón roto, no había sido más que una trampa que él orquestó para engatusar a otra loba.

De principio a fin, no había sido más que una broma.

[¡Ya no soporto esto! ¡Si mi mano pudiera alcanzar el libro, ya le habría dado una bofetada a Ryan! ¿Cómo se atreve a tratar los sentimientos de Jenna como un juego? ¡Ojalá de verdad se muera sin dejar ni siquiera su cadáver!]

[¡Exactamente! Nuestra chica es la única hija del Alfa, una verdadera princesa. ¡Aquellos que quieran formar una alianza matrimonial con ella podrían hasta dar la vuelta al mundo! Él no sabe valorarla. Cuando su compañera lo deje de verdad, él será el único que llorará.]

Sarah Summers, la hermana menor de Ryan, apareció frente a mí y me tendió una hoja de papel. Su rostro estaba lleno de preocupación.

—Jenna, no estés tan triste. Mi hermano definitivamente no querría verte arruinar tu salud por él.

Levanté la cabeza y la vi fingiendo tristeza.

—Sarah... ¿Ryan sigue vivo?

Por un instante, Sarah se quedó paralizada, pero enseguida recuperó la compostura.

—Sé que sufres mucho, pero tienes que aceptar que Ryan se ha ido. ¿No lo dijo ya el equipo de rescate? Para cuando llegaron al lugar, él ya estaba muerto. Incluso sus huesos fueron devorados por los renegados.

Recordé las palabras de Ryan. Sarah siempre supo que su muerte era falsa. Había estado al tanto de la mentira desde el principio.

Y pensar que de verdad le agradecí por estar a mi lado en mis momentos más oscuros. Ahora que lo veía en retrospectiva, probablemente Ryan la puso allí para vigilarme.

Como no respondí, Sarah asumió que estaba demasiado desconsolada para hablar y dio un paso al frente para decir: —Jenna, no le des demasiadas vueltas. Si Ryan lo supiera, se sentiría fatal.

¿Sentirse fatal?

Qué irónico.

Siguiendo las pistas de los mensajes divinos, encontré la cuenta de Rowena en redes sociales.

Solo entonces supe que se conocían incluso antes de que Ryan y yo estuviéramos juntos. Ellos habían tenido innumerables citas a mis espaldas. De no ser por la advertencia de los mensajes divinos, ni siquiera habría sabido de la existencia de Rowena.

Revisé sus publicaciones antiguas y fragmentos del pasado comenzaron a unirse en mi mente.

El año pasado, en nuestro aniversario, Ryan dijo que necesitaba hacer horas extras y no podía acompañarme, pero ese mismo día, Rowena publicó en sus redes sociales.

En la playa dorada, los dos tomados de la mano con fuerza, abrazándose bajo el sol poniente.

El de la foto solo dejaba ver su mano, pero reconocí ese reloj al instante. Era el que le regalé a Ryan; solo había uno igual en el mundo.

Publicaciones como esta se subían de vez en cuando, y cada una coincidía perfectamente con las veces que Ryan decía estar demasiado ocupado, de viaje de negocios o trabajando hasta tarde.

La última publicación era una foto de los dos besándose en el Bosque Moonlight.

Una vez más, solo se veía la mandíbula de Ryan, pero ahí estaba el lunar. Incluso si se convirtiera en ceniza, lo reconocería.

El texto decía: «Abandonaste tu alianza perfecta y viajaste por todo el mundo solo para estar conmigo. En este momento, me siento la criatura más feliz del mundo.»

La sección de comentarios rebosaba de elogios por su «hermoso amor.»

«Cuando alguien llega tan lejos por la persona que ama, vuelvo a creer en el amor verdadero.»

«Este tipo te ama de verdad. Esa alianza fue solo un obstáculo que se interpuso en su camino hacia la felicidad.»

«¿Cómo conseguiste un chico tan increíble? ¡Enséñame, por favor!»

La sección de mensajes divinos explotó como si hubiera tragado pólvora.

[¿Hay alguien normal en esa sección de comentarios? Una escoria infiel con su amante siendo felicitado como un romance épico, pfft. ¿Creer en el amor? ¡Espero que todas encuentren un marido como él!]

[¿Alianza? Como si Ryan se mereciera ese título. El verdadero aliado de Jenna es el gran antagonista de toda la novela.]