Estoy llegando al consultorio de Emiliano con Aarón. Fuimos a un restaurante cercano y compramos la comida favorita de Emi para almorzar los tres juntos.
Estaba a punto de tocar la puerta cuando me percaté de que está abierta. Puedo observar a Rubí abrazándolo y sollozando mientras él le responde los abrazos.
Siento que la rabia me invade y no comprendo el motivo.
Tal vez creí que él solamente era un amigo especial conmigo, pero lo es con todas las mujeres.
Estaba a punto de irme para no interrumpir la bella escena, pero Aarón entro corriendo al consultorio.
—No los sentí llegar ¿Cómo estás, Aarón?. — Pronuncia y besa la mejilla de Aaron y luego la mía
—Vinimos a invitarte a almorzar — Anuncia Aarón.
—Que pena hermoso, pero hoy no puedo.
—Debí avisar antes que vendríamos, no sabía que estabas ocupado ¿Cómo estás, Rubí? —Le devuelvo la sonrisa falsa a esa mujer.
—Ahora no me siento bien Belinda y planeaba almorzar con Emiliano para charlar.— Me informa
—Vaya no sabía que era terapeuta