Solamente puedo percibir oscuridad, siento mi cuerpo demasiado débil y no puedo moverme debido a que estoy esposad de manos a una especie de caño. Me he cansado de gritar hasta quedarme sin voz, pero nadie me escucha.
Intento recordar como llegue a esta situación, pero no lo logró. La última imagen que llega a mi mente es el parque que se ubica a unas cuadras de mi casa.
Fui a caminar y tomar aire e intentar pensar en que hacer y de pronto alguien cubrió mi rostro y después de eso vi todo negro.
Salí de mis pensamientos cuando escuche que alguien abrió la puerta. La persona camina sigilosamente hacia mi y se posiciona encima de mí.
—¿Quién eres?
No obtengo ninguna respuesta y siento unos labios en mi cuello dejando besos efusivos allí mientras sus manos se deslizan hacia mi jean desabrochándolo y lo intenta bajar, me muevo todo lo posible para impedirlo, pero es inútil porque ni siquiera logró pegarle una patada.
—Pareces una mula loca —Escucho su carcajada y acto seguido me despoja la