Una carta para mi hija, Carlota...
Las cajas que el hombre había sacado del castillo estaban en el despacho, sin ningún esfuerzo Elena abrió las cajas, una de ellas era la caja del duque, en las siguientes estaban los resultados médicos originales de Ann, inversiones de contrabando, documentos sobre la tarta de mujeres y sobre el lavado de dinero de las fundaciones.
Mientras los hombres estudiaban la nueva evidencia, la mujer tomo los papeles que había en la caja que alguna vez perteneció a su padre, su padre siempre fue un hombre ordenado y en esa caja estaba los registros de los negocios, las cartas que intercambiaba con Mathilde Harrison y los negocios que hacía en el extranjero, había un testamento donde se podía ver que los bienes de la familia se dividían en partes iguales, entre las 3 mujeres: Diana Elena Carlota Spencer, Hanna Sofia Mathilde Spencer Harrison y Aurora Elienai Anastasia Janssens Windsor. Los bienes estaban valorados en casi 5 millones por hijas, algo que Elena n