El día siguiente fue super estresante para mí, y eso que tuvimos poco trabajo, pero estaba tan sumamente histérica por el viaje a Paris, por ir con él, porque las cosas fuesen bien entre nosotros, por tantas cosas, que apenas tuve tiempo de pensar en mucho más. Además, tuve que llamar a los clientes para reprogramar las citas de esa semana.
Como os digo, fue un día de locos, tan pronto como acabamos nos marchamos a casa, recogí la maleta, ante unos expectantes Alfonso y Marta, pues con las prisas había olvidado decirles nada, y verme con una maleta… pues había vuelto las cosas un poco incómodas.