Las piernas de Sharon cedieron debajo de ella antes de que sintiera el dolor. Ella perdió el equilibrio, se inclinó hacia un lado y se cayó.
“¡Señorita Sharon!”. Franky apareció en ese momento. Él la ayudó a levantarse antes de que cayera al suelo.
El hombre frunció el ceño cuando vio la herida ensangrentada en el pecho de ella. “¡Le dispararon!”.
Los asesinos estaban en el lado opuesto a ellos en el pasillo. No tenían la intención de dejarla ir así como así. ¡Les apuntaron con sus armas una vez más!
Franky no llegó con las manos vacías. Había una docena de guardaespaldas detrás de él. Todos empuñaban armas.
Él apuntó con su arma a los asesinos frente a ellos y disparó varias veces. Sus disparos fueron extremadamente precisos. Con cada disparo que efectuaba, mataba a uno de los asesinos.
Después de detener el ataque de los asesinos, él cargó a Sharon de inmediato en sus brazos y corrió hacia la esquina del pasillo para que los otros guardaespaldas pudieran hacerse cargo de los as