Sharon y Simon permanecieron inmóviles durante un rato. La enfermera no pudo evitar insistir: “¿Va a proceder con la operación? Si no va a hacerlo, dejaré entrar a la siguiente persona”.
Sharon respondió de inmediato: “Lo haré”.
Simon miró a la enfermera con frialdad. “¿Quién se va a atrever a operarla?”.
La enfermera estaba al límite de su paciencia. Después de notar la expresión fría de Simon, y su aura que demostraba que no era alguien que se podía tomar a la ligera, solo pudo decir: "¿Por qué no van y hablan de esto entre ustedes dos? Pueden volver una vez que hayan tomado su decisión. Solo no hagan esperar a la gente detrás de ustedes, ¿de acuerdo?”.
Riley también le aconsejó a Sharon en voz baja: “¿Por qué no lo piensas un poco más? Estamos hablando de la vida de un niño, después de todo”.
Simon miró a Sharon y dijo: “Si estás tan preocupada, te acompañaré a ver a un médico. Si concluyen que sería demasiado riesgoso dar a luz al bebé, respetaré tu decisión. ¿Qué te parece?".