Rey Remo Costich

El mundo podía irse a la m****a.

-estoy haciéndome viejo-dije arrojándome a la cama, en mi residencia de la manada Dark Moon. Mis hijos con suerte estarían en casa de Leandro o Ammos.

-tú no estás viejo Remo, solo cansado. Deja que te ayude a llevar tus cargas mi amor-escuche decir a mi bello rayo de sol. No alcance a decir más cuando sentí sus suaves manos haciendo presión en mis sienes y se sentía tan bien que gemí de puro placer.

-por la diosa ¿acaso no pueden hacer menos ruido? No quiero saber que hacen encerrados ustedes, puaj-escuche decir a una de mis hijas-ya no hay respeto en esta casa.

-¿tendremos otro hermano?, no más hembras por favor, las chicas apestan-decía la voz de Nevio detrás de la puerta.

-¡váyanse a la casa de la manada los tres! Vuestra madre y yo tenemos temas que hablar seriamente-grite y solo escuche la risa de mi rayo de sol y las protestas de mis hijos.

-¿temas que hablar?, como no. Lo que nesecitamos son paredes más gruesas-decía una de mis