En camino.
Mi hijo era bastante diferente, era muy sociable, cada día traía a casa frecuentemente a un nuevo amigo, era también muy listo y bastante ingenioso.
Callisto es muy inteligente y un hermoso guerrero, su corazón es enorme pero tímido.
—¿Puedo entrar? — se escondía en un rincón de la habitación detrás de un enorme baúl de madera.
—¿Convencerás a mamá?
Me senté antes de contestar a su pregunta junto a él en el piso.
—Es tu madre, ella sabe que es lo mejor para ti, no puedo dividir tu opinión, si ahora intento hacer entender a tu madre que está cometiendo una injusticia contigo creerás que soy un padre que solapa todo, y no es así. —Es un niño, no era tan pequeño paga no entender lo que estaba sucedido.
Pero como iba a explicarle que estaba en peligro porque su verdadero padre ahora sabe de su existencia. Esto era más complicado de lo que imaginé.
— Tu madre tiene razones muy fuertes para pedirte que dejes de ir a la escuela, o querer cámbiate, ¿Dime alguna vez antes ya te ha dicho que te