Cap. 5 Al fin eres tu

Sali corriendo al rio, Missy aun no decía nada por más que le preguntaba, me molesta que no me digan lo que está pasando o lo que va a pasar. Me senté a la orilla del rio mirando al cielo de un momento a otro sentí que algo no estaba bien, me giré, pero ya no estaba en el rio, sino en medio del pueblo, este ardía en llamas, todos corrían desesperados buscando donde esconderse.

Miraba a todos lados, pero no veía a mi familia, trataba de moverme, pero mi cuerpo no respondía, Missy tampoco lo hacía, un escalofrío paso por todo mi cuerpo, sentía como alguien pasa sus manos por mis brazos, no le temía, pero no era agradable su tacto. Mire mis manos y estaban manchadas con sangre, grite, pero mi voz no se oía y pude escuchar esa misma voz de mi sueño que me decía

  • Esto es lo que pasara si no lo encuentras
  • Pero yo…
  • Confía en ti, puedes hacerlo, de lo contrario la historia se repetirá una y otra vez

sentí que podía respirar de nuevo, mantenía mis ojos cerrados con fuerza, cuando sentí su aroma muy cerca de mí, me sujetaba de los hombros mientras me movía intentando despertarme, sin pensarlo lo abracé como si mi vida dependiera de ello aun con mis ojos cerrado. El me correspondió y me sentí segura.

  • ¿Qué fue lo que viste Leyla? – pregunto, se notaba la preocupación en su voz
  • El pueblo… estaba en llamas y yo tenía sangre en mis manos, intenté moverme, pero no podía y alguien estaba junto – dije llorando en su hombro
  • No te preocupes, no ha pasado nada, ya estoy aquí y no volveré a dejarte – me apego más a su cuerpo
  • ¿Ya es el momento? – deje salir sin pensarlo
  • No, no lo es, pero no creo poder soportar más el estar alejado de ti

Nos mantuvimos abrazados por unos minutos más, ninguno dijo nada, pero no era incomodo, no quería soltarlo, no quería que se fuera otra vez, estoy asustada y creo que él tiene la respuesta que estoy buscando. Me separe de él lentamente sin querer soltar mi agarre, lo mire, era él, el niño con la cara sucia de hace años, solo que ahora estaba frente a mí más alto que yo, su cuerpo más grueso, como si hubiera ejercitado por años, esos ojos azules que me miraban como si fuera lo más preciado para él

  • No te preocupes, no me iré - me dijo como si supiera lo que estaba pensando
  • ¿lo prometes?
  • Si, lo prometo

Lo solté de mi agarre y nos sentamos a la orilla del rio, tenía miles de preguntas ¿Dónde había estado? ¿Por qué se fue ese día? ¿Cómo sabía que algo me pasaba? Quería respuestas, pero por el momento esperare a que me diga primero lo que quiera decir.

  • Está bien, solo pregunta – me dijo mirándome a los ojos
  • ¿Cómo? No he dicho nada – le contestes sorprendida, esperen será que
  • Si así es, te puedo escuchar, pronto tú también lo harás
  • Entonces si ya me escuchaste ¿debo preguntar de nuevo? – dije como si lo que dijo fuera algo normal, no le dejaría ver mi sorpresa
  • Buenos como empiezo
  • Por tu nombre – dejé lo más rápido que pude
  • Está bien, está bien te lo diré mi nombre es Alex

Lo mire por unos segundos, no quería dejar de hacerlo, por fin después de muchos años de esperar por él, estaba frente a mí, aunque lo busque todos los días después de que escapo no perdía la esperanza de qué quizás él estuviera cerca de nuestro escondite. Aunque los años pasaron y por mis entrenamientos no podía ir al bosque para buscarlo jamás deje de pensar en él.

  • Creo que estoy soñando
  • ¿Por qué crees eso? Estoy aquí a tu lado puedes verme
  • Te busque por años, en ocasiones te imaginada sentado fuera de nuestro escondite esperando por mi
  • Lo sé, fue difícil contener las ansias de correr hacia ti y no dejarte ir – lo mire confundida
  • ¿Cómo sabias que yo te buscaba? – dije al borde de la molestia, si lo sabía porque nunca se acercó o dijo que se encontraba bien
  • No te enojes, yo no estaba aquí, te veía en mis sueños, todas las noches, como venías aquí y gritabas “niño estas aquí”
  • No sabía tu nombre, no quisiste decirme cual era
  • No podía hacerlo, una vez que lo supieras podrías llamarme siempre que quisieras y yo no podría negarme, no era seguro en ese tiempo que estuviéramos juntos.

¿Juntos? ¿Como amigos, pareja, familia? ¿Qué peligro habría si estuviéramos juntos? Preguntas volvían a pasar por mi mente. Olvide que podía escuchar lo que pensaba, tomo mi mano, se notaban sus mejillas enrojecidas y creo que las mías hicieron lo mismo al darme cuenta de lo que había pensado.

  • Disculpa yo… - no podía decir nada
  • Está bien, tenemos mucho de qué hablar, bueno mucho que debo contarte, pero ya que me adelante a nuestro encuentro creo que tenemos tiempo para eso

Dijo sin soltar mi mamo, creo que esto será interesante, quiero escuchar todo lo que me tenga que decir, aun cuando pueda ser un engaño

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo