Narra Alex
Creo que no les he contado mucho de mí, lo olvide, mi nombre es Alex tengo 21 años, tengo un hermano menor y mi madre, desde que nací me dijeron que tenía un solo propósito en la vida el cual tenía que cumplir sin fallar, me entrenaron para eso toda mi vida. En mi cumpleaños número 15 mi vida dio un giro que no esperaba.
Eran las cuatro de la mañana cuando comencé a sentir que me faltaba el aire, trataba de abrir los ojos, pero no podía, de pronto todo fue oscuridad y silencio, una vos me llamaba a lo lejos, su voz era melodiosa, me tranquilizaba, sentía paz. Trataba de encontrar a la dueña de aquella voz, pero todo estaba oscuro, solo podía oírla decir – ven por mí, no me dejes – quería, necesitaba ir a ella, pero mi cuerpo parecía en contra.
Desperté de golpe, agitado, me faltaba el aire, no pude seguir durmiendo y bajé por algo de comer, seguía escuchando su voz en mi cabeza una y otra vez repitiendo lo mismo. Mas tarde aun cuando era mi cumpleaños debía presentarme a entrenamiento. Madre estaba junto a mi hermano esperando mi llegada. Era muy extraño que madre estuviera presente ya que en todos los años nunca estuvo presente.
No entendía que quería decir así que la seguí sin decir nada entramos al despacho de mi padre, él se encontraba sentado en su escritorio, alzo la mirada y se puso de pie recibiendo a madre con un beso en su mejilla. Me miraron por unos segundos y me indicaron que me sentara y así lo hice
Padre abrió uno de sus libros y lo puso frente a mí, se notaba que era muy antiguo, pero estaba bien conservado, comencé a leer página por página era una historia bastante peculiar, aun no comprendía lo que estaba pasando cuando padre hablo una vez mas
Asentí, no estaba convencido de lo que me decían, pero no los cuestione, salí del despacho aun confundido, camine por el bosque sin rumbo alguno pensando en lo que leí en aquel libro, me preguntaba como terminaba la historia, cuando sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, me tense por un momento, cerré mis ojos intentando calmarme.
Cuando lo abrí no me encontraba en el bosque, era una casa muy acogedora, gritos se escuchaban de una habitación y fui hacia ella como si supiera quien estaba ahí, al abrir la puerta mi vista se cruzó con la de ella, se encontraba sobre la cama y gritaba del dolor - ¡¿Qué haces ahí?! ¡te necesito aquí conmigo! – me acerqué lo más rápido que pude tomo mi mano y la apretaba con fuerzas. Una chica entro con paños y agua, se acomodó entre sus piernas y levanto su ropa.
Su grito se debió haber escuchado por todo el lugar, volvió a gritar, esta vez el llanto de un bebe se escuchó en la habitación la chica limpio al bebe y lo puso en los brazos temblorosos de aquella mujer que me miraba con tanto amor y no sabía por qué – Layan – dijo casi como un susurro y me lo entrego. Al sostenerlo mi mundo se detuvo un instante, sus pequeños ojos se posaron en los míos e inconscientemente le dije – yo te protegeré de todo – ella volvió a gritar haciendo que mi vista se posara en ella nuevamente.
Sin que lo pidiera tome su mano dándole todo mi apoyo, luego de unos momentos un segundo llanto inundo la habitación más fuerte que el primero, fue limpiado y puesto sobre los brazos de su madre quedando solo los cuatro en la habitación. El segundo pequeño lloraba sin cesar ella susurro – Luke – lo tomé con el brazo que tenía libre y repetí lo mismo que le dije al primero, no había duda, eran míos, dejaron de llorar y sonrieron para mí. De un momento a otro desperté en el suelo del bosque.
Mis lagrimas caían por mis mejillas, eran de felicidad, ¿qué fue lo que vi? ¿Quién era ella? ¿de que tenía que protegerlos? Mi cabeza daba vueltas, había visto mi futuro o solo había sido un sueño, no sabía con exactitud. Regrese a casa y subí a mi habitación, tome un baño y baje nuevamente, se escuchaban ruidos en el despacho de mi padre
¿hermano? Él no es mi hermano y si no haces algo tú lo hare yo