Él se marchó después de ese beso y yo me acosté casi al instante, justo después de tomarme un sándwich de pavo y lechuga.
“Me hubiese gustado quedarme a dormir, pero sé que tienes un vuelo mañana. Además, no quiero que te asustes”
Leí
“No me asustas. No hay nada que me asuste de ti, Joel”
***
Me marché a Sevilla al día siguiente, dónde teníamos el próximo concierto. Me pasé una larga semana de concierto en concierto, de entrevista en entrevista, negando rumores, hasta llegar a Granada, donde canté varias canciones con mi abuela, y me lo pasé realmente bien esa noche.
Esa noche era la última en Andalucia, después de pasar por lugares como Isla Cristina, Sevilla, Granada, Córdoba y Málaga, estaba lista para volver a Madrid a de