Capítulo 55. Un padre muy nervioso.
Alexandra Green
Von me quitó las prendas de un tirón, y sin previo aviso me cubrió los pechos con su suave y cálida boca. Mientras me mordía y succionaba mis duros y pequeños botones, me alzó por las caderas dejándome a horcajadas encima de su cuerpo.
Con cada caricia y beso que untaba en mi cuerpo, yo ardía más, ansiosa por sentir su toque en todas partes.
Él se alzó un poco y besó mis labios de manera apasionada, dejando ver el inmenso deseo que sentía por mí.
Descendió poco a poco, besando mi cuello, me inclinó hacia atrás y masajeó con suavidad mis senos, al mismo tiempo subió sus labios, haciéndolos perder sobre el lóbulo de mi oreja y la línea de mi cuello. Mi cuerpo tembló como si fuese gelatina. Estaba a punto de volverme loca ante el deleite sin precedentes que sentía.
Se giró y de nuevo quedé debajo de él, todo mi cuerpo se estremeció cuando él besó mi ombligo y acarició con delicadeza mi vientre, mientras le decía palabras dulces a mi hijo.
De allí, sus labios se deslizaro