Capítulo 33. Un jefe muy interesante.
Alexandra Green
Von me sostenía firmemente con una mezcla de determinación y furia en sus ojos. Y aunque no teníamos ninguna relación, desde que llegó estaba coqueteando conmigo, por eso estaba furiosa y herida por las fotos que había visto, ¿Cómo se le ocurre estar diciéndome que lo traía loco, cuando apenas unos días atrás estaba acaramelado con otra?
No estaba dispuesta a ceder, aunque me era difícil controlar esa mezcla de atracción y deseo que sentía por él, porque su cercanía física y su intensidad solo aumentaban mi confusión.
—¿En serio crees que me vas a castigar como a una niña? —le espeté, desafiante, tratando de ocultar el latido acelerado de mi corazón.
Von no respondió con palabras. En su lugar, tomó la soga y la ató sin mucha fuerza alrededor de mis tobillos, asegurándose de que no pudiera levantarme. Me sentí atrapada y vulnerable, y eso solo hizo que la mezcla de emociones en mi interior se volviera más intensas.
—Estás cruzando límites que no deberías —le advertí, pe