—Su nombre es Kha. Estamos aquí por él —le dijo y tomando su mano, se acercó al pequeño que debía tener unos siete años.
Estaba sentado junto a un par de rústicas muletas en el portal de una casita muy pobre; y una anciana salió apenas los vio acercarse.
—Solo queremos ayudar —le dijo Elisa tendié