Evangeline, asistente de marketing en una empresa de bebidas gaseosas, ve su oportunidad de ascender cuando su jefa se retira. Sin embargo, Jeremy, el hijo del dueño y con más experiencia, también aspira al puesto. El dueño decide que el nuevo gerente será elegido mediante una competencia: ambos deben lanzar un nuevo sabor de bebida de cola y crear la mejor campaña publicitaria. Evangeline y Jeremy, a pesar de sus diferencias y rivalidades, se ven forzados a demostrar quién es el mejor en su campo. Con encuentros caóticos y graciosos, la competencia se convierte en un campo de batalla lleno de humor, drama y momentos románticos. Además, el ex prometido de Evangeline reaparece, añadiendo más tensión. A medida que las campañas avanzan, también lo hace la relación entre Evangeline y Jeremy, pasando de enemigos a algo mucho más profundo, descubriendo que el amor puede surgir en las circunstancias más inesperadas.
Leer másEvangeline Morales estaba teniendo un pésimo día. En realidad, era una semana terrible y no mostraba signos de mejorar. Su querida cafetera había decidido morir justo cuando más la necesitaba, dejándola sin su dosis matutina de cafeína. Sin embargo, con una presentación importante esa mañana, no podía permitirse llegar tarde ni que un mal comienzo de día arruine sus planes. Apresuradamente, se puso su vestido favorito y maquillándose lo mejor que pudo, mandando al carajo cualquier energía del universo que deseaba verla fracasar, tomó su bolso y salió corriendo de su pequeño apartamento en dirección a la cafetería más cercana.
Mientras tanto, Jeremy Evans acababa de aterrizar después de un largo vuelo desde Londres. A pesar de la diferencia horaria y el jet lag, estaba decidido a aprovechar el día. No podía esperar para demostrar sus habilidades en la empresa familiar para callar los bocas de los que decían que era un hijito de papá, y su entusiasmo era palpable. Sin embargo, primero necesitaba un buen café para despejar su mente.
El destino, siendo el bromista cruel que a veces puede ser, decidió que la misma cafetería fuera el escenario de su primer encuentro.
Evangeline, aún aturdida por la falta de café, no prestaba atención mientras revisaba los correos electrónicos en su teléfono. Tropezó con el escalón de la entrada de la cafetería y, en un intento desesperado por recuperar el equilibrio, derramó el contenido de su bolso justo en la puerta. Papeles, maquillaje y otros objetos personales se dispersaron por el suelo.
Jeremy, con su mirada fija en la lista de opciones de café, no vio el desastre que se avecinaba. Confiado y decidido, dio un paso adelante y pisó un tubo de lápiz labial, resbalando y cayendo al suelo. "¡Maldita sea!", exclamó quedando tumbado en el suelo.
Evangeline, aún de rodillas recogiendo sus cosas, levantó la vista y vio a Jeremy desperdigado en el suelo. "¿Qué demonios te pasa? ¡Mira por dónde caminas!", espetó, su tono agudo reflejando su frustración.
Jeremy tratando de mantener la compostura mientras se levantaba rápidamente y cuando finalmente lograba estabilizarse, sorprendido por la acusación, miró hacia abajo y vio a la joven rodeada de sus pertenencias esparcidas. "¿Yo? ¡Tú eres la que ha dejado esto aquí como una trampa mortal!", replicó, su tono sarcástico y su acento condescendiente solo aumentaron la tensión.
"¡No necesito esto hoy!", murmuró Evangeline para sí misma mientras se levantaba y se sacudía el polvo. "Solo quería un café, y ahora esto..."
Jeremy la interrumpió, "Pues bien, tonta, quizás deberías aprender a no desparramar tus cosas por todas partes."
La chispa de su mirada reflejaba un desdén mutuo que no mostraba signos de apagarse pronto. Sin embargo, el bullicio de la cafetería y las miradas curiosas de los clientes les hicieron darse cuenta de que su intercambio estaba atrayendo más atención de la deseada. Así que, sin comunicarse, sabían que debían parar esto.
"Imbécil", murmuró, colgando su cartera en su hombro nuevamente y empujando a Jeremy al pasar.
"Bruja", respondió Jeremy, controlando su temperamento para no seguir con el espectáculo. Ella se dio la vuelta levemente al escuchar esto, se quedaron mirándose por un momento, una mezcla de irritación y desconcierto en sus ojos, antes de separarse y pedir sus respectivos cafés.
El resto de la mañana de Evangeline transcurrió con una nube de frustración sobre su cabeza. Al llegar a la oficina, su irritación inicial se fue disipando al recordar la importante reunión con su jefa, Beatriz White. Hoy era un día crucial. Beatriz, con su carácter excéntrico y su inusual enfoque hacia el marketing, había sido una mentora para Evangeline durante seis años. Unos largos y frustrantes seis años. Ahora, con la inminente jubilación de Beatriz, Evangeline esperaba ser promovida.
Mientras tanto, Jeremy llegó a la empresa con renovado vigor, listo para impresionar a su padre y a todos los empleados. Después de unos años en el extranjero, estaba ansioso por demostrar que sus conocimientos y experiencia podían llevar a la empresa a nuevas alturas.
Cuando Evangeline entró a la sala de reuniones, estaba sorprendida de ver una figura familiar: El hombre con quien había tenido ese desafortunado encuentro en la cafetería.
"¿Tú?", dijeron al unísono, sus voces llenas de sorpresa y desdén.
"¿Qué haces aquí?", preguntó Evangeline, tratando de mantener la compostura.
"Trabajo aquí. ¿Y tú?", respondió Jeremy, igualmente sorprendido.
Antes de que pudieran intercambiar más palabras, Roberto Evans, el dueño de la empresa y padre de Jeremy, entró en la sala con una sonrisa autoritaria. "Bien, veo que ya se han conocido. Esto facilitará las cosas."
Evangeline y Jeremy intercambiaron miradas confusas mientras Roberto continuaba, "Como algunos de ustedes saben, estamos a punto de lanzar dos nuevos sabores de sodas. Y con Beatriz jubilándose, hemos decidido que el próximo gerente de marketing se elegirá mediante una competencia, ya que en esta empresa como lo he repetido muchas veces, se gana su puesto con esfuerzo. Evangeline, Jeremy, cada uno de ustedes dirigirá un equipo y lanzará una campaña para uno de los nuevos sabores. El equipo ganador determinará quién obtendrá el puesto."
El sábado por la mañana, Evangeline se encontraba frente a su espejo, admirando su vestido de verano rojo con flores blancas y el elegante sombrero que había elegido. Había pasado parte de la noche anterior investigando la etiqueta de vestimenta para eventos de polo, y estaba segura de que su elección era perfecta. La campanilla de la puerta sonó y supo que Auguste había llegado a recogerla.Abrió la puerta y encontró a Auguste esperando, luciendo elegante en su atuendo casual de verano. Su sonrisa se amplió al verla. "Evangeline, te ves increíble. Ese vestido es una bendición para mi alma.""Gracias, Auguste," respondió ella, sintiéndose halagada. "Quería asegurarme de estar a la altura del evento.""Lo has logrado con creces," dijo él, ofreciéndole el brazo para guiarla hacia su lujoso auto convertible. "Vamos, el camino al club de polo es un poco largo, pero te prometo que vale la pena, es un lugar hermoso."Subieron al auto y pronto estaban en camino, dejando atrás la ciudad y dir
El sol brillaba con fuerza a través de las ventanas de la oficina mientras Evangeline y su equipo trabajaban arduamente en el desarrollo del plan de marketing para su "Cola Tropical". La competencia seguía siendo intensa, pero Evangeline se sentía con más energía que nunca. Sabía que la clave del éxito estaba en una estrategia bien definida y en la ejecución impecable de cada etapa del proyecto."Necesitamos asegurarnos de que nuestro plan de marketing sea sólido," dijo Evangeline, mirando a su equipo con determinación. "Vamos a comenzar con un análisis de mercado detallado para identificar nuestro mercado objetivo y la competencia."Laura, siempre eficiente, ya había recopilado una gran cantidad de datos. "He estado investigando los mercados más prometedores para nuestra 'Cola Tropical'. Los consumidores jóvenes y aventureros parecen ser nuestro objetivo principal. Están siempre en busca de nuevas experiencias y sabores únicos.""Perfecto," respondió Evangeline, tomando notas. "Vamos
Siganme en instagram : @angiel.afk***El lunes por la mañana, Evangeline llegó a la oficina con una sensación de determinación renovada. La cena de cumpleaños de Rosali había sido un éxito personal, y estaba lista para enfrentar los desafíos de la semana. Al llegar, notó que el ambiente en la oficina estaba más agitado de lo habitual. Todos los empleados seguían hablando sobre la competencia entre ella y Jeremy, y las apuestas sobre quién ganaría continuaban creciendo."Buenos días, Evie," dijo Laura, acercándose con una sonrisa. "¿Cómo estuvo la cena de cumpleaños?""Fue interesante, por decir lo menos," respondió Evangeline, sonriendo. "Pero sobreviví y hasta me divertí."Laura levantó una ceja. "¿Algo que deba saber?""Bueno, Auguste el primo de Rosali me invitó a salir," dijo Evangeline, tratando de sonar casual.Evangeline le conto todo sobre la cena de cumpleaños, se centro en lo educado y lindo que fue Auguste con ella."¡Eso es genial! Aunque imagino que Jeremy no estaba muy
Siganme en instagram : @angiel.afk***El equipo de Evangeline estaba reunido en la sala de conferencias, revisando los estándares de calidad para su "Cola Tropical". La fase de desarrollo había sido intensa, y ahora estaban enfocados en implementar protocolos de control de calidad en cada etapa de la producción para garantizar la consistencia del producto."Quiero asegurarme de que no haya margen de error," dijo Evangeline, mirando a su equipo con determinación. "Cada botella debe ser perfecta."Laura asintió. "Ya hemos revisado los ingredientes y las fórmulas. Ahora necesitamos asegurarnos de que el proceso de producción sea impecable."James, el experto en redes sociales, agregó: "Y no olvidemos la importancia de la presentación. El envase debe estar en perfecto estado y las etiquetas bien colocadas."Sofía, la analista de mercado, levantó la vista de su laptop. "He recopilado datos sobre los problemas comunes en la producción de bebidas. Creo que podemos evitar muchos errores si s
La semana deportiva había terminado y la empresa había vuelto a su rutina habitual. Sin embargo, el ambiente estaba cargado de rumores y chismes sobre la intensa rivalidad entre Evangeline y Jeremy. La competencia deportiva había sido un espectáculo y todos en la oficina disfrutaban recordando los momentos más divertidos y caóticos de la semana. Incluso los altos mandos se quedaban parados escuchando a sus trabajadores de área las nuevos chismes sobre ellos.Evangeline se encontraba en su oficina, revisando los resultados de las últimas pruebas de sabor. Sabía que la siguiente etapa de la competencia sería crucial: las pruebas de estabilidad y seguridad de las fórmulas, así como el diseño de un envase atractivo y funcional que reflejara la identidad del nuevo sabor."Evie, ¿has visto los últimos comentarios sobre nuestra 'Cola Tropical'?" preguntó Laura, entrando en la oficina con una sonrisa.Evangeline levantó la vista de sus notas. "Sí, parece que vamos por buen camino. La mayoría
La semana deportiva de la empresa había llegado, y con ella, un aire de emoción y competencia que se respiraba en cada rincón de la oficina. Era la semana favorita de Evangeline. Aceptaba que tenía un gran problema: Le encantaba las competencias de cualquier tipo y sobre todo ganarlas.Por eso le irritaba aun no ganar la estúpida competencia por la gerencia. La estaba volviendo histérica.Cada año, la empresa dividía a su personal administrativo en cuatro equipos de colores: rojo, azul, verde y amarillo. Este año, Evangeline era parte del equipo rojo y, para su sorpresa y disgusto, Jeremy estaba en el equipo azul."¿Estás lista para la semana más intensa del año?" preguntó Laura, con una sonrisa traviesa, mientras se ponía su camiseta roja."Más que lista," respondió Evangeline, ajustándose su propia camiseta y estirandose. "No puedo esperar para derrotar a Jeremy en cada competencia."Laura rió. "Tienes una obsesión, Evie. Pero, siendo sincera, verlo perder sería bastante satisfactor
Último capítulo