Skyler apenas podía respirar. Le dolía tanto un costado del cuerpo que no sabía si prefería despertarse o dejarse morir de una buena vez.
Había demasiada oscuridad a su alrededor, había frío, pero en ese instante, más que el dolor, las paredes de su estómago devorándose unas a otras la hicieron reaccionar.
El solo hecho de abrir los ojos le dolía, y no pudo evitar quejarse. Sintió el latigazo de dolor en todo el cuerpo y trató de incorporarse pero una mano sobre su brazo la detuvo.
—¡Hey…! Tranquila… tranquila… —Escuchó murmurar a una voz conocida que no esperaba pudiera sonar tan suave y mucho menos preocupada.
Intentó enfocar la vista y sus ojos tropezaron con los de Eric. Tenía una expresión atenta que no parecía combinar con el resto de su imagen.
—¿Dón… d