125. LAS MEMORIAS DE LA PRINCESA
Merytnert se acaba de despertar y no sabe qué le pasa. Desde que vive en esta casa, se siente inquieta, como si le faltara algo. Se siente incompleta, incluso junto a su mitad. Nunca antes había experimentado esta sensación; siempre fue muy segura de sí misma. Tendrá que hablar con su hermano.
Toma su ropa y se dirige al baño. Hace sus necesidades y se da un baño. Se mira desnuda en el espejo y se asombra. Encima de su pecho izquierdo, ha aparecido un tatuaje de una loba negra, con un diamante dorado en la frente. Se apresura a vestirse y se dirige al despacho de su hermano. Lo encuentra absorto en su trabajo. Él levanta la vista al sentir su presencia.
— Buenos días, preciosa —sonríe el Alfa a su hermana menor.
— Buenos días, Ru. Tengo que enseñarte algo —Merytnert se acerca a Jacking, quien la mira asombrado.
— ¿Te acuerdas de có