94. EL INICIO DE LA ESCUELA
ALEXIS:
La señora Aziza observa por un momento a la señora Teka, medio confundida al escucharla. Luego mira a su hijo, que nos observa con curiosidad antes de responderle a Teka, pensativa.
—Es verdad. Nunca lo inscribí por miedo —dice, mirando los papeles—. ¿Paul?
—Sí, es por la seguridad del niño —aclara Teka—. Así, nadie lo relacionará con Arabia. Pero, si prefieres otro nombre, podemos cambiarlo.
—No, está bien. Paul me gusta. Aziza se inclina para hablar con su hijo—. A partir de ahora, todo el que te pregunte tu nombre dirás que te llamas Paul, ¿está bien?
—Sí, mamá. Lo haré. Me gusta ese nombre —contestó el niño.
—Niños, saluden. Este es un buen amigo nuestro, estará con ustedes. Se llama Paul —dice Teka, colocando una mano en la cabeza del niño, grabándole el nombre en sus memorias y borrándole el otro.
Paul nos mira con los ojos grandes y brillantes, que parecen reflejar su nuevo nombre como un sello recién colocado. Mis hermanas lo observan con curiosidad, aunque cada una a