JACKING:
El movimiento de Teka, mitad furia, mitad desesperación, hace que las paredes del despacho crujan como si fueran a colapsar. Su forma de cobra es imponente, una presencia que eleva la tensión del espacio hasta el límite. Mi lobo Mat gruñe desde lo más profundo de mi mente; puedo sentir su inquietud y su deseo de actuar ya, pero debo controlarlo.
Teka sisea con fuerza, un sonido que corta el aire como una cuchilla. Se mueve de forma serpenteante por el despacho, sus ojos amarillos fijos en mí, como un depredador que evalúa si debe atacar o esperar. Los demás permanecen quietos, sin atreverse a intervenir.—¿Qué planes tienes, mi Alfa? —pregunta, su voz vibrante como el mismo veneno.Le sostengo la mirada con firmeza, y el aura del Alfa Supremo se intensifica en mí, lo suficiente para hacer que su forma de cobra se detenga.—Vamos a utilizar el conjuro de