282. CONTINUACIÓN, NETFIS Y BENNU
NETFIS:
Lo miro sin poder creer que él haya hecho eso. Pero veo tanto amor en sus ojos que decido abrir el vestido y no puedo creer lo que estoy mirando. ¡Es mi vestido! ¡El mismo diseño! ¡Con todas las cosas que imaginé, y no he enseñado ni siquiera a mi madre! Lo miro intrigada.
—Te estarás preguntando de dónde saqué este diseño, amor. Como tú, yo también te soñé, en nuestra boda, vestida así. ¿Te gusta? ¿Es como tu vestido soñado? —pregunta, temeroso, Bennu—. Podemos cambiarlo si no te gusta, amor.
No podía imaginar que Bennu lo había buscado en sus memorias, en la cueva de los sentimientos. Había visto cada detalle de ese vestido. Sin embargo, no está seguro de si no olvidó algo. Lo dibujó con esmero. Le llevó mucho tiempo lograrlo, pero al final, lo había hecho. Lo mandó a hacer en París, con el diseñador preferido de Netfis en el pasado-futuro.
No puedo hablar; adoro a mi lobo, lo adoro. Siento cómo las lágrimas afloran a mis ojos y corro a los brazos de Bennu, que me reci