NARRADORA

La mente de Riley funcionaba a toda marcha.

Viendo a los ojos de su hermana menor, supo que las cosas no serían tan sencillas como antes.

El chantaje emocional no funcionaba ya con Blair, al menos, no con la misma historia del pasado.

Pero una boba de corazón blando como ella, siempre lo sería.

— Sé muy bien que viniste a vengarte de River, de mí, de la manada… por las cosas que nos hicieron… —comenzó a envolverla en sus intrigas.

— Entonces, ¿me vienes a pedir que te deje ir por los viejos tiempos? —Blair hizo una mueca sarcástica.

— No, hermana, vengo a pedirte que por favor no me arruines la vida esta vez…

— Sigues con la misma mierd4, Riley. ¡Te defendí porque te estaban abriendo más huecos que un colador! —Blair la interrumpió con la rabia fulgurando en sus ojos claros.

Le hablaba tan duro como nunca había hecho, y Riley sabía que se sentía poderosa por el apoyo de su mate.

— ¡Me has tenido como una esclava trabajando para “pagarte mi deuda”! —hizo comillas con los dedo