Después de comer, me sentía muy cansada así que me fui al dormitorio para tumbarme un poco en la cama, Las caricias de Cristofer eran inconfundibles para mi, me gire viendo que estaba sentado a mi lado, besando mis mejillas, acariciando mi brazo con sus dedos.

—¿Te encuentras bien? — pregunto

— Si solamente estoy algo cansada — comente

— Descansa lo que puedas, ahora iré a por nuestra hija, seguro que mi abuela querrá acompañarme, pero intenta dormir un poco, te amo esposa mia — me dijo rozando sus labios con los míos

— Aún no nos hemos casado — le dije sonriendo

— No me hace falta un papel firmado, para saber que tu siempre seras mia, mi esposa, te quiero Noelia — me dijo

Cristofer se fue del dormitorio y yo me quedé un poco más en la cama, Estaba medio dormida cuando unos labios calientes me estaban acariciando y lamiendo mi hombro, pensando que era Cristofer me gire poniendo mis brazos en su cuello, pero cuando abri los ojos, me senté de golpe en la cama

— ¿Qué haces tú aquí? —