En Ciudad M otra celebración se llevaba a cabo. Briana estaba tan feliz esa era su noche maravillosa. Ella había planeado esa fiesta durante varios meses y quería que todo saliera perfecto. Pero había un detalle que no había considerado en absoluto.
_ Briana, tranquila deja de bufar de esa manera _ dijo Owen al oído de su esposa.
_ Cariño, es que ese hijo desnaturalizado aún no llega. No tiene nada de amor filial, hace ya dos meses que está de viaje y nada de llamarme o nada… _ la mujer estaba a punto de llorar, su marido la abraza con amor infinito, ese mocoso suyo lo iba a conocer, no le iba a perdonar que lastimara de esa manera a su amada Briana.
_ Madre…_ se escuchó una voz de barítono en las espalas de los dos que estaban abrazados _ padre _ dijo la segunda vez.
_ Maldito mocoso, ¿estas son horas de llegar? _ el hombre habla entre dientes disimulando un poco lo molesto que se encontraba.
_ No hagan tanto escándalo, ya estoy acá. Tenía que arreglar unos asuntos importantes _ dijo