Ella
Me pongo rígida ante la idea de que este Dios de la Oscuridad le dé algo a mi hija.
"No", jadeo, intentando apartarme de él, pero me cuesta moverme.
"No temas, hija de la luna", dice, levantando la comisura de los labios. "No doy maldiciones a mis elegidos, solo dones".
Y entonces las sombras e