Ella
Siento cómo tiemblan los hombros de la pobre humana y respiro hondo, recordando también mi deber con ella. "Vamos", digo, tratando de mantener mi voz ligera mientras la alejo a ella y a sus hijas. "Siento mucho todo esto. Vayamos a un lugar más tranquilo".
Y mientras empezamos a alejarnos, dejo