Ella
Atravieso a trompicones las puertas de la clínica con inmensa dificultad: Cora apoyada pesadamente y gimiendo a mi lado, y el portabebés de Rafe rebotando contra mi otro.
Los ojos de la gente se abren de par en par al vernos, pero enseguida se apartan de nuestro camino para hacernos espacio, g