Ella
Cuarenta y cinco minutos después, salgo de la habitación cerrando la puerta tras de mí. Entonces me levanto, cierro los ojos y exhalo un largo suspiro.
"¿Está bien?", sisea una voz detrás de mí.
Salto medio metro en el aire y logro suavizar mi grito mientras me giro para ver a mi pareja a unos quince centímetros de mí, mirando para abajo pareciendo preocupado. Le pego fuertemente en el pecho, más que nada para descargar mi adrenalina que para hacerle daño, y lo miro fijamente, eno