"Solo un monstruo rechazaría semejante petición". Cora sonríe, se mueve a mi lado y enlaza su brazo con el mío. "Te tengo, hermanita".
Se me nubla la vista y miro a mi hermana con labios temblorosos: "Te quiero".
Cora inclina la frente, la apoya en la mía y me engulle con su dulce mirada. "Yo también te quiero". Una oleada de poder alfa nos alcanza mientras asimilamos este momento, y comprendo que mi pareja se sienta impaciente.
"Será mejor que nos vayamos". Cora se ríe, "antes de que venga