Amaya Bezos
El sábado me sentía un poco mejor y aunque tenía que presentarme en la noche en el bar Infierno, de cierta forma me vibraba diferente con deseos de recuperar mi libertad, y mi antigua vida.
Estaba llena de una energía, de una fuerza que tenía que haber sacado mucho antes que comenzara toda esta sórdida situación con Marcelo.
Lo había estado pensando y moría por regresar a Miami, a las casa de mis padres. Ya no deseaba ni independizarme ni vivir sola. Para qué demonio necesitaba mi libertad si había sido libre desde que tenía uso de