43~ Tráiganlo a mí.
Aurora caminó colgada del brazo de Franco hacia la mesa del hombre que los miró detenidamente, la nueva conexión que tenía con Franco le daba nuevas y grandiosas herramientas.
Podía hacer uso a voluntad del discurso amenazante del mafioso y toda su experiencia en sociedad, así que se sintió segura y a salvo del hombre que se puso de pie en cuanto ellos llegaron.
— Pedro — le dijo Franco — No esperé verte esta noche — el hombre ladeó la cabeza, se veía como un hombre astuto y como Franco lo sabía, Aurora tambien.
— Escuché que harías una fiesta, ya sabes que no me pierdo los eventos de la sociedad más distinguida de nuestro país — Franco señaló a Aurora con la mano.
— Ella es Aurora, mi pareja destinada — Aurora logró notar como el hombre, Pedro, le dio una mirada mientras abría los ojos. Cuando ella le tendió la mano él le dio un beso casto en los nudillos.
— Es un placer, pero, tú rostro se me hace familiar.
— De seguro lo viste en los panfletos que Doménico extendió por todo el mund