Punto de vista de Adrián
—¡Tú mataste a Gael! —Adrián estaba completamente fuera de control, su lobo rugía con furia. —¡Nos destruiste a todos!
Sus garras desgarraron la garganta de Sofía.
El olor a sangre impregnó la habitación.
—Adrián… detente… —Victoria, al ver a su hijo cubierto de sangre, volvió en sí de golpe.
—¿Qué… qué he hecho…? —Adrián parpadeó, mirando sus manos empapadas de sangre.
—Se acabó… todo se acabó… —El rostro de Victoria se volvió pálido. —¡Adrián, Sofía es la heredera de la manada Altamira! ¡Nunca nos perdonarán!
—Mamá…
—¡No es momento para hablar! —Victoria se volvió hacia Tomás. —¡Rápido! ¡Prepara el coche! ¡Tenemos que irnos ya!
—¡Enseguida!
Victoria sujetó a Adrián por los hombros, temblando.
—Adrián, ya lo perdimos todo. ¡No podemos perderte a ti también! ¡Los Altamira estarán aquí en cualquier momento, debemos huir!
En ese momento, se escucharon motores y pasos apresurados desde fuera.
—¡Maldición! —Tomás miró por la ventana. —¡Son los Ejecutores! ¡Alguien