¿De verdad... Estaba enamorada de Leonardo?
Al pensar en esta posibilidad, el rostro algo sonrojado de Natalie palideció al instante.
Se mordió el labio inferior, siempre se había resistido a convertirse en la persona que fue en el pasado.
Si perdía la memoria y volvía a enamorarse de Leonardo y se convertía en la Natalie López de hace tres años, todo volvería a ser igual del pasado.
Se le caían los ojos, y se volvió tranquila.
Justo cuando estaba pensando cómo hacer que Leonardo se marchara, sonó de repente su móvil.
Tras atenderlo, sin saber qué había dicho la persona, Leonardo se tornó serio y dijo con voz fría: —Voy a para allá.
Al ver su rostro sombrío, Natalie se apresuró a decir: —Si estás ocupado, ve y ocúpate, puedo hacer yo...
Leonardo no se movió, guardó el móvil con calma, —Aunque esté ocupado, no me falta este momento.
Después de ponerle hielo a Natalie y llevarla a su habitación, Leonardo se fue.
Cuando Natalie se quedó sola en el dormitorio, llamó inmediatamente a Nora.