Leonardo fingía no oírla y llevó a Natalie directamente al chalet antes de bajarla.
—¿Qué quieres?
—No quiero que corras peligro, eso es todo, voy a salvar a mis padres, no te entrometas.
Natalie quedó helada y entonces comprendió lo que quería decir, ¿creía que iba a salvar a Ramón y Antonia por él?
Dijo burlonamente, —Señor Ramos, creo que te has equivocado, voy a salvarlos porque mi amiga me lo pidió, no tiene nada que ver contigo.
Leonardo dijo tranquilamente, —Pase lo que pase, no te pondré en peligro.
Natalie frunció el ceño y dijo fríamente: —Ya no tenemos ninguna relación, ¿no?
—Natalie, no te preocupes, mientras aceptes no ir a buscar a Tadeo, me voy inmediatamente, y definitivamente no te molestaré.
Al ver sus ojos serenos, Natalie rio fríamente: —No tienes derecho a meterte en mis asuntos, ni a decirme lo que tengo que hacer.
—Si no estás de acuerdo, no saldré de aquí esta noche, y enviaré a alguien para que te siga las veinticuatro horas del día. Si vas a buscar a Tadeo, mi