Jaspe estaba en su habitación, aguardando para ser llevada a quirófano; estaba muy nerviosa, la sola idea de que ese segundo intento para hacerla recuperar la vista fuese fallido, la llenaba de angustia.
—Mamá, no quiero quedarme ciega. —dijo y abrazó a su madre.
—Hija todo va a estar bien, serás operada por los mejores especialistas del país. No tienes porque estar preocupada.
—No sé, mamá. Tengo mucho miedo.
En ese momento, Amanda entró a la habitación y le pidió a la rubia que saliera.
—Sra Collins, con su permiso, necesito que salga, debo terminar de preparar a la paciente. —la mirada de repulsión de Erika fue instantánea.
—¿Quién se cree que es? —espetó la mujer. Amanda evitó responderle de la misma manera que ella lo haría, con prepotencia y arrogancia.
—Es la enfermera de nuestra hija, Erika —la voz de Ben detrás de su espalda, la hizo girar.
—Los dos deben retirarse, Sr Collins —aclaró la mujer y Ben asintió. Llevaba días notando a Amanda un tanto irritada al habl