Davis no puede creer que después de haber visto días atrás a Amanda, haya vuelto a encontrarla. Pensó en algún momento que se había confundido con aquella mujer, pero no, efectivamente era ella, la mujer que nunca logró olvidar, aquella de la cual se enamoró perdidamente pero a quien no supo valorar.
—Te presento a Amanda, ella es la enfermera de Jaspe. Y él es Davis Anderson, mi socio. —Amanda se negó a estrechar su mano— ¿Se conocen? —preguntó Ben con curiosidad.
—No, no. —respondieron al unísono; Amanda terminó estrechando la mano de Davis y la larga brecha de todos aquellos años sin verse, se deshizo al instante.
Davis se sentó, parecía ausente a lo que estaba pasando. Amanda, en cambio sentía sus piernas y manos temblando.
—¿Los bombones son para mí? —bromeó Erika.
—N-no, no son para Jaspe. —tartamudeó él
—¿Trajiste mis favoritos, tío Dave? —preguntó emocionada.
—Si te siguen gustando los de avellana cubiertos con chocolate, sí. —le entregó la caja y Jaspe comenzó a d