Capítulo261 Ella es su oportunidad no resuelta.
Don Lorenzo entendió de inmediato lo que Adriana quería decir y, sin decir nada, la siguió de regreso.
Cuando llegaron a la salida del pasillo de seguridad, Adriana dejó a propósito una puerta abierta y, sin hablar, se quitó rápido los tacones, los tiró por las escaleras y, descalza, guio a don Lorenzo de vuelta al pasillo cerca del baño.
Por ahí había varios restaurantes, y los meseros intentaban calmar a la gente:
—Señores, por favor no entren en pánico. Esto es solo un corte de luz. Tenemos un generador de emergencia que se va a encender en unos minutos. Por favor, no se muevan para evitar accidentes…
Adriana rápidamente miró a su alrededor y luego llevó a don Lorenzo hacia el restaurante más lleno de gente.
—¿Nos vamos a esconder aquí? —preguntó don Lorenzo.
—No —respondió Adriana.
—La distribución del restaurante es muy ordenada. Cuando esos hombres entren a buscarnos, aunque haya mucha gente, no tendremos dónde escondernos.
Después de decir eso, aprovechando el ca