Natalia se sintió fatal, tocò su vientre.
—¡He sido tan mala con Margaret! Mientras yo tengo un embarazo cuidado y todos me han consentido, ella debe estar pasándolo fatal, Evangelyn, ¡he sido una tonta egoísta! Debes llevarme a verla, debo hablar con ella.
Evangelyn asintió con rapidez.
—Debemos ayudarla, y Bennett se merece un buen jalón de orejas, se ha comportado como un patán, Natalia.
Natalia y Evangelyn salieron de casa, Evangelyn condujo de nuevo hasta ese barrio.
Bennett investigaba donde poder hallar a Margaret, revisaba en sus redes sociales, pero ella no habái estado activa desde hace mucho tiempo, volvió a la misma calle donde vendió dulces, nada, ella no estaba por ningún lado.
—¡Maldición, es que no se la pudo tragar la tierra! —exclamó con frustración
Recibió una llamada, era Brianda, estaba harto, no quería responderle, pero tras esa llamada siguieron una infinidad más, hasta que él tuvo que responder.
—¿Dónde estás, Bennett Ford? No me has llamado en todo el d