—¿Has visto esto, abuelo? Está mujer es una vulgar, no sabe controlarse, debería alejarse de la familia, arruinará el prestigio de los Ford con su actuar salvaje —exclamó Álvaro
Evana sentía la rabia y la vergüenza correr por su rostro.
—¿Qué sucede aquí? —exclamó Marcus al ver la escena.
—¡Tú mujer es una salvaje fiera, me ha golpeado! —chilló Stella
Los ojos de Marcus se clavaron en su mujer, ella bajó la mirada temerosa, sabía que tenían un trato, él la ayudaba a avergonzar a Álvaro, ella ha conseguir la empresa Ford como presidente, pero su actuar podría perjudicarlo.
—¡Yo…! ¡Ella me ofendió, solo me he defendido! —exclamó
—¿Qué dices? —gritó Stella
—Ahí lo tienes, padre, Stella ha ofendido a mi mujer, y ella no es una mujer frágil que agachará la cabeza ante alguien, ¿Acaso Fátima Ford era una mujer débil ante sus enemigos?
Andrés se quedó perplejo ante sus palabras, negó.
—¿Tu madre una mujer frágil? ¡Oh, no! —rio—. Fátima Ford pudo hacer que las piernas de sus enemigos