Becca
Un estruendo rompió mi sueño en mitad de la noche. Al principio, no pude identificar el origen del ruido, pero mi mente, gradualmente más alerta, me hizo consciente de que alguien martillaba en la puerta de mi casa. Miré el reloj y, con un gemido, noté que eran cerca de las 5:00 de la mañana.