Sus ojos me miraron con intriga por mis palabras. Sabía que estaba esperando que yo hiciera un movimiento, pero cuando su mano tomó la parte baja de mi espalda y me acercó, me encontré incapaz de moverme.
—Me estás tomando el pelo, hermosa—, susurró mientras lentamente me alejaba de él.
—Tsk-tsk, Ja