— Y ese no es el problema en este momento, ¿está bien chicos? — contestó Carmen, suspirando una vez más.
Iker por primera vez ese día, parecía culpable y avergonzado. Andres una vez más, volvió a su expresión en blanco. Veronica parecía resignada. Frank miró a Manuel y este sin saber qué hacer, le devolvió la mirada (aunque su expresión era más agradable).
Finalmente como por acuerdo mutuo, ambos abrieron sus miradas y observaron a la mujer de cabello rosado que estaba en medio.
— Lo que digas, Carmen— susurró Manuel, casi en voz baja.
Los ojos verdes de ella se giraron hacia él y él miró hacia ella, sin decir nada de nuevo. Sus labios se separaron, vaciló. A punto de decir algo. Luego se aclaró la garganta y desvió la mirada. El momento estaba roto.
Ella se adelantó