Lo sigo mirando y aún sigue con esa mirada desconcertante, él de pronto suelta mi mano y voltea a mirarme.
—¿Pasa algo? —pregunto
—No, nada —dice para para después tragar saliva y sonreír vagamente—Vamos—dice para luego caminar y abrirme la puerta del coche.
Aarón durante el camino ha permanecido callado.
—¿Pasa algo? —pregunto desconcertada.
—No—dice con seriedad.
Después de algunos largos minutos llegamos a la casa, así que de inmediato bajo del coche y voy en busca de mi padre
Entro y mi padre está en la sala sentado, él tiene un vaso de whisky en las manos.
Apresuro mis pasos hacia él y cuando estoy enfrente solo me aviento a sus brazos y lo abrazo con fuerza.
—¡Hija! —menciona mientras también me abraza.
—Viniste—le sonrío con comodidad.
—Sí, venia de la empresa y quise pasar a ver como estabas—acaricia mi cabello.
—Muy bien—sonrío mientras me separo de él y me siento a un lado