Wendy se mordisqueó los labios ante su fuerte nerviosismo. Habían llegado al lugar donde sería la boda y parecía que estarían a punto de presenciar la boda de la reina.
El lugar estaba lleno de guardias, lleno de empleados y sobre todo de decoración.
— ¿Cómo vamos a salir de aquí?—preguntó Wendy en un pequeño susurro. Kaylee guardó silencio y observó a su madre a unos metros de distancia. Sonrió y chilló al mirar a una mujer frente a ellas.
—Hola, soy Lila, estaré arreglando a la novia este día. ¿Quién es la novia?
—Yo. —dijo Kaylee.
—Entonces acompáñeme. — dijo la mujer. Ka