La lluvia caía a cántaros por la ventana rota.
Todo su cuerpo temblaba como un álamo por la ropa empapada. Mabel levantó lentamente la cabeza, moviendo las muñecas, firmemente atadas tras la silla.
'¿Dónde estoy?'
La oscuridad llenó por completo el almacén, trapos mojados rodaban por el suelo y había un par de grandes herramientas agrícolas en un rincón.
Hace un momento, estaba en la galería…
Abrí y cerré los párpados varias veces, preguntándome si estaba soñando por el paisaje tan extraño.
El fuerte olor a hierba mezclado con el aroma de la tierra se filtró en mi nariz. Estar encerrado en un invernadero oscuro de vinilo con las manos atadas no parecía una buena situación a primera vista.
¿Es obra de Samuel?
¿Me secuestró porque estaba enojado porque no deposité el dinero?
Mabel recordó lentamente sus recuerdos, sus labios estaban rígidos por el frío y el temblor.
Tras despedir al vigilante, se quedó sola en la galería. No le quedaba nada por hacer, pero no tuvo el valor de volver a