Lo qué Dante y Joel no supieron es que Lea los había escuchado, cuando Dante dijo que no la amaba y que no la amaría jamás la bella sirena llevó una mano a sus labios, para que no la escucharan sollozar, a pesar de que la personalidad de Dante no le gustaba por ser tan diferente a la suya, eso de ser parejas destinadas si había hecho que ella tuviera sentimientos por el despiadado lobo, ella ya lo tenía dentro de su corazón, fue un duro golpe para ella escuchar a su pareja destinada decir que solo la quería para aparearse y poder tener cachorros,
Lea salió de ahí sin rumbo, caminó sin descanso con las palabras de Dante dando vueltas en su cabeza, ella jamás se prestaría para ser utilizada de esa forma tan ruin,
En la mansión Lombardi, Dante después de trabajar, subió a su habitación para tomar una ducha más la habitación estaba vacía, entró al cuarto de baño esperando en contrar a su luna cómo siempre en la tina mojando su cuerpo
Sin preocupación