-Tati, claro que lo sé, por eso es que te queremos mucho, pero esto ya
no tiene vuelta atrás- Baje de la habitación y salí de la casa, tome un
taxi al cual le indique la dirección que el abogado me dio cuando
hablamos por teléfono.
El chofer inicio movimiento mientras tanto yo no dejaba de ver por la
ventana, es un paso muy grande el que estoy a punto de dar además
es muy doloroso para mí, pero lo tengo que hacer para mantener mi
dignidad.
Al cabo de unos minutos ya estábamos en el centro de la Ciudad y el
chofer me señalo desde su asiento aquel edificio, así que pague por
sus servicios y camine directo hacia la entrada del lugar.
Una vez ahí adentro, con mucha facilidad ubique la oficina del
abogado Jones, entonces toque al timbre y a los pocos segundos me
abrió la puerta una amable chica.
-Buenas tardes ¿En qué puedo ayudarla? –
Sonrió amablemente.
-Estoy buscando al Doctor Jones, tengo una cita con él-
Ella termina de abrir la puerta y me hace pasar, indica que me siente
en la sala