Me despierto en la mañana en cuanto entra el sol por mi ventana, me
paro rápidamente de la cama para cerrarla y evitar que la bebétambién se despierte.Mientras ella continúa durmiendo, decido ir a la cocina a preparar mi
desayuno, pero en mi mente continúan tantas ideas rondando, laverdad es que necesito encontrar un abogado, pero yo no conozco anadie, no tengo a nadie que pueda asesorarme ¿Y si llamo al profesorEdward?Hace mucho tiempo que no se nada de él, pero voy a llamarlo quizás
conserve el mismo número, entonces me dispongo a marcar y a lospocos segundos me contestan.-Aló-
-Hola ¿Hablo con el profesor Edward? -
Se queda en silencio unos segundos.
- Nicol ¿Eres tú? –
- Si, soy yo –
Escucho como sonríe.
-¡Que gusto me da saber de ti! ¿Cómo estás? –
-Me encuentro muy bien, pero ahora mismo lo llamo porque tengo un
problema y necesito un abogado--¿Un abogado