Annethe estaba dándose una ducha, sin dejar de pensar en lo que había ocurrido anoche. Estaba de muy buen humor, por fin había sido de Bastian, él le había hecho el amor, recordar como recorría todo su cuerpo, besaba cada espacio de su piel, hizo que una enorme sonrisa se colocará en sus labios. Cierra la llave del agua y envuelve su cuerpo en una toalla y al salir se encuentra con la mirada furiosa de Hugo.

— ¿Sucede algo? —le pregunta ella como si nada.

—Tú dime, ¿puedo saber porque no te has ido de mi casa?

Annethe resopla y lo hace a un lado con un gesto grosero.

—No seas aguafiestas, hoy estoy de muy buen humor, tanto, que pienso darte e