Ha pasado una semana entera desde que aquella noche en la que Bastian y yo hablamos, aún podía recordar claramente aquella conversación como si fuera hace cinco minutos, pero si él quería regresar conmigo, y si ambos estábamos dispuestos a luchar por esto, era obvio que tendríamos que dejar todas las mentiras de lado, todo aquello nos rodeaba.
—Bastian, hay un secreto que te he ocultado desde que llegué a este pueblo —le digo por fin tratando de reunir todo el valor posible.
— ¿De qué se trata? —Bastian frunce el ceño.
—Escucha, si quieres realmente que lo intentemos de nuevo tienes que saber que...
—Demonios Crys, solo dil